sábado, 20 de noviembre de 2010

Suicida

Insondables nostalgias de una época no vivida.
Niñez eterna en tus ojos.
La eternidad de los inocentes, que sufren demasiado.
A veces el insomnio viene en tu búsqueda;
Sin darse cuenta que pospone el dolor inmenso.
No hay hechizo, no hay posible olvido.
Tu llanto lava cada mañana esos ojos de niño;
Pero deja huellas en el alma vieja…
Para qué? para recordarnos que nada puede aliviarla.
Hay demasiada soledad para poder cargarla.

Gloria

2 comentarios:

Susana Peiró dijo...

Maravilloso. Cuando lo leí por primera vez (Bella, muchas Gracias!) me pareció que la Hija del Insomnio te había contado secretos en la oreja. Si Gloria, demasiada soledad para poder cargarla en una frágil vida. ¿Por qué nos conmueve la Suicida? Quizás porque conocemos algo de ese dolor. Alejandra decía que “hace tanta soledad que las palabras se suicidan”. Y antes que mis propias palabras me abandonen, quiero darte mis GRACIAS, ¡ENORMES! Por este trabajo exquisito, y por tus letras –también exquisitas- en mi espacio.
Un abrazo con mucho cariño!

Gloria dijo...

Susana: Gracias una vez más por tus palabras, y gracias por de dejarme compartir tu cueva.
Sí, conozco algo de ese dolor...
mi padre se suicidó.
Un gran abrazo.