domingo, 21 de agosto de 2011

UN RARO COLOR A MORA ROJA

Al atardecer, Antonio prepara todos los objetos y vicios necesarios como para sentarse a escribir comodamente.
Relee un poco para corregir y piensa.
Sí... Roberto, soñó su propia muerte.

Al despertar y haciendo un esfuerzo para reencontrarse en ese lapso de tiempo que pasa entre que despertamos y estamos despiertos, siente miedo.
Recuerda sus manos.. y la sangre.

Doblaba la esquina cuando a pocos pasos se enfrentó con aquel tipo que le gritó: asesino! Y comenzó a dispararle.
Después de descrgarle tres balazos a quemaropa.. desapareció.
Las quemaduras y el ardor. El ruido sordo de las balas.. Todo parece, tremendamente cierto.
Le había dolido todo el cuerpo al caer al piso produciendo un sonido óseo, medio hueco.. como un eco retumbante un poco amortiguado.
La sangre, más oscura de lo que pensaba, le había salido por los tres agujeros.
Había sentido la desesperación primero, luego el entender...  la entrega después.
Esa sangre que brotaba tan despacio... tan mansa. Tan tibia. Tan oscura.
Como un raro color de mora roja?
Antes de la aceptación había mirado sus manos.
Sin embargo la tranquila aceptación lo agitó tan fuertemente que fue forzado a despertar.
Poco a poco... volvió a la realidad.

Ya tranquilo pensó que él pasaba regularmente por aquel sitio y también doblaba por aquella esquina.
Recordaba perfectamente la cara del hombre que le disparó en el sueño. Lo conocía.
Muchas veces lo había visto sentado en el Bar de la esquina. Siempre solo.
Hace un tiempo lo habían asociado a cierto hecho trágico ocurrido en la zona...La muerte de alguien, dijeron.
Pero nunca fue a la cárcel. Lo veía casi todos los días en el mismo lugar.
Un tipo cualquiera que mira la gente pasar. Pero sus facciones le recordaban a alguien.
A quien le recuerdan ? Esperará a alguien? Que hará? Quien es ?

Antonio deja de escribir.
La noche está fría y tiene sueño. Mañana continuará, hoy está cansado.
Muy cansado.
Sin darse cuenta ha pasado horas escribiendo. Suele ocurrirle.
Sin cenar se va directamente a la cama y se duerme profundamente.
Se despierta con pereza. Hubiera querido seguir durmiendo, pero los hábitos..
El tiempo está agradable y  toma el desayuno/merienda en las mesas de afuera del Bar "La avenida".
Lugar especial y elegido hace mucho para abandonarse y mirar, estudiar comportamientos, imaginar.
Es un ser afortunado, piensa. Comparando su vida con las vidas de esas personas que vienen y van... caminando rápidamente como perseguidas por el tiempo.
Como transcurrirán esas vidas?.. con qué soñarán?... como morirán?

Se levanta como no queriendo hacerlo y comienza el camino de regreso.
Camina lento. Un cansancio inexplicable parece pesarle.
Tal vez nisiquiera escriba hoy. 
Al doblar la esquina se encuentra frente a un hombre que le grita: asesino ! Y comienza a dispararle.
Antes de cerrar los ojos, mira sus manos.

Gloria

5 comentarios:

f dijo...

muy bueno. tenés que leer estorvo de chico buarque.

salú!
y buena vida...
f

Tatiana Aguilera dijo...

Tienes talento, no tan sólo leí ésta entrada, sino que varias anteriores. Me quedo para seguir leyéndote.
Un beso.

Gloria dijo...

f... Lo Único que queda es batirse, tenes razón !!!
Salú.
Y buena vida !
Besos

Gloria dijo...

Tati,
me encanta que te quedes !!!
Gracias por tus palabras.
Un beso

PonelePañosFrios dijo...

jajaja me encantó lo de los tres agujeros.

Julia